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Lo digo y lo repito. Apenas van tres días y el poco ánimo que traía para comenzar este nuevo año escolar se me está yendo rápidamente. ¿Por qué? Bueno, va a ser un curso con muchos niños que requieren atención especial por tener dificultades en el aprendizaje pero el mayor reto es mi tercer clase que son los pre-pubertos de 5to. grado...tan solo son 35...
Llego a casa y estoy haciendo lo que ya no hacía: tomar una siesta. Treinta y cinco al final del día y en mi escuela no se ve para cuándo van a resolver este problema aunque ya es bien sabido por todos los que podrían resolverlo. Si esto lo junto con las dudas que ya traía pues no va a ser precisamente satisfactorio tener que ir a trabajar de lunes a viernes y uno que otro sábado.
Aún así hay un contrato y un compromiso moral con estos niños y su educación y no me pienso mofar de ser la maestra del año pero, al menos este ciclo escolar, haré lo que sé hacer y prestaré atención donde debo prestarla...y prometeré portarme bien con la clase.
A pesar de la razón que puedas tener y de los problemas que estas encontrando, me parece un trabajo extraordinario y espero que vayas ganado mas fuerza y buen trabajo!
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