Comenzamos el viaje con una torrencial tormenta seguida de llovizna que nos duró hasta la mitad del fin de semana. No por eso nos detuvimos y resignamos pero sí tuvimos que modificar los planes para ver todo lo que deseábamos sin necesidad de mojarnos.
En Iowa vimos los famosos puentes de Madison County (sí, los mismos de la famosa película). Son un total de 6 y te puedes imaginar a Marilyn Strip encontrándose con su amado en uno de ellos, qué romántico...aahhhh...
Graneros al por mayor: Iowa vive de la agricultura y si no tienes oportunidad de ver trigales y maizales al menos tienes la oportunidad de oler sus vacas.
Graneros con viejos instrumentos y chatarra que se están listos para una fotito con aire campirano.
Al cruzar el Mississippi llegas al poblado de Moline, Illinois donde se encuentran las oficinas de la John Deere. ¡Y nos divertimos como niños subiéndonos en sus tractores y maquinaria pesada!
Una carrera de salchichas a la mitad del juego entre los Milwaukee Brewers y los Colorado Rockies. Todo esto, claro, comiéndonos una salchicha y una Miller.
Y es una pena que Milwaukee viva a la sombre de Chicago. La ciudad tiene un aire a puerto al estar a orillas del lago Michigan y con mucho qué ver. Faros, jardines de tulipanes, barrios germano-polacos, museos, cervecerías...
No sin antes irnos sin probar los famosos quesos de Wisconsin.
Ni los pretzels gigantes al estilo alemán acompañados de una buena cerveza local. Y ahora -por millonésima vez-a recomenzar la dieta.
