Comencé mi aventura por San Francisco y, sin necesidad de tanta explicación, se puede apreciar en qué famosa calle me encuentro. Caminar por Castro...¡Lo mejor! ¿Plática en un café gay? Imposible de mejorar, jajaja.
Ningún centro de cualquier urbe costera del Pacífico (y con esto incluyo mi Baja California) está completo sin su barrio chino. Tienditas, artículos necesarios de vida corta (mi paraguas sobrevivió poco menos de 24 horas) y muchas, muchas hierbas...de todo tipo.
A la entrada del barrio chino se encuentra una pequeña sección de aspecto europeo. No sé como se llama pero se encontraba cerca del distrito financiero de la ciudad...y también del corazón.
North Beach, el barrio italiano con más mexicanos que he visto en toda mi vida. Calles denominadas corso, cafés con mesas en la banqueta, pizza, pasta y asiáticos pululando por sus calles. Y ni así se pierde el espíritu de Italia con aroma a latte y tiramisú.
Y, finalmente, la Haight St. La calle donde se inició todo el movimiento hippie y que todavía huele como si fueran los sesenta. Bongos, carteles de amor y paz, tiendas de ropa independiente, artículos de comercio justo, casas disqueras locales. ¡Yo también heart Haight Street!
