Si yo hubiera...

Estudiado más a fondo a los críticos, entendido el mensaje de la teoría literaria.

Habría acabado en una de las universidades más prestigiosas del mundo (unas de las top 3).

Estudiando al lado de personas de gran intelitencia y mucho, mucho conocimiento acumulado.

Visitando un museo universitario en constante cambio/renovación.

Con edificios y facultades diseñados por grandes pensadores, analistas y artistas contemporáneos.

Pero no pasó (y tampoco me arrepiento porque esto no era para mi) y lo más cercano que me lleva a Harvard es el metro de Boston.

¡Hoy es Earth Hour!

Así que me dedico a abrazar un árbol. Y claro que apagaré las luces de mi casa...bueno, seguro que iré camino a donde me lleve la noche y al ayudar con la electricidad también voy a aumentar las emisiones de carbono porque en Dallas no se llega a ninguna parte sin carro.

Como si fuera Nueva York

Aunque nunca he estado ahí...this is Beacon Hil. ¿Dónde estoy?

Yo soy...

Ayer mientras leía recostada en mi cama -y esperando a que me llegara ese sueño que me tumba- me di cuenta que era Octavia de Cádiz.

Era la mujer que cuando realmente se interesa sentimentalmente o se enamora (y lo recalco en cursiva para evitar malos entendidos) hace hasta lo imposible para curar al otro de su tristeza, depresión o simplemente por sacarle una sonrisa a un día de trabajo extremo. Soy la Octavia de Cádiz que llora porque la otra persona no se da cuenta de que tiene a alguien al lado que lo adora.

Me di cuenta que, también, que han sido pocas las veces en que me he sentido esa Octavia de Cádiz.

The Midwest Final Part:Callejeando por Indianapolis

Y el Midwest terminó entre una degustación de vinos en una vinatería cercana a la casa de mi amiga (la verdad es que salí bastante mareada con tanta combinación). Los últimos dos de la lista de la foto fueron los que más me gustaron...y probé el mejor pan calentito de todo Indiana.

Me leí con mi amiga algunas citas interesantes acerca del tinto y sus variantes pero desafortunadamente no recuerdo ninguna de ellas. (Ven, el efecto de tanta degustación, jajaja).

Caminata por el tranquilo centro de la ciudad.

Yo en pleno dowtown en un día de trabajo...definitivamente una postal que no se vería en Dallas ni un domingo en la tarde.

Y mi favorita: Massachussets Avenue! La zona hippie, gay y artística de Indianapolis. Disfruté mucho pasear, ver y comprar por esas dos cuadras de la ciudad.

The Midwest Part Four: La avenida Michigan de norte a sur

La avenida Michigan con sus edificios altos...



Pistas de patinaje en pleno centro de Chicago...



Frijoles metálicos que reflejan sus imponentes edificios...

Aguas de río coloreadas de verde para hacerle honor a San Patricio...

Y una que otra Gaby modelando para ella...

The Midwest Part Three: Del porqué Chicago altera mi sistema digestivo

¡Incontables copas de vino tinto!

Las cervezas eran fáciles de tomar porque me tocó estar en la fiesta más grande de Saint Patrick fuera de Irlanda...aunque a la Guiness la traté con respeto...

¿Y qué más da si me da un ataque por tomarme un galón de chololate?

Yo siempre he sido una mujer de antojos...y nada me hace más feliz que un paquetito de Reeses (el Hershey salió por accidente).

Y culminar el día con una de las mejores pizzerías de todo el país: Giornados...mmm...

The Midwest Part Two: Weird Indianapolis!

También estuve en Indianapolis (una de mis mejores amigas vive ahí), la capital del estado de Indiana -por si no te dabas cuenta con la relación del nombre entre capital y estado- y es una ciudad curiosa. Pequeña pero con su encanto (y si Jeannette lo ve seguro se lo comenta al marido, jajaja). Donde, de modo circular, se le da el paso a peatones, caminantes y ciclistas mientras los coches pasan a medio metro de distancia.

Una ciudad donde las planchas son dejadas a merced de la luz de la lumbre de la estufa (cuenta la leyenda que para que no se les olvide donde está ¿¿¿???)

Aunque bien todo esto pudo ser producto de la imaginación y los muchos tragos que se le dio a la Molson Canadian (sí, me dio un ataque canadiense de repente...ya me toca visitar el país de las monedas con patos, Tim Hortons y muchas, muchas hojas de maple).

The Midwest Part One: Chicago desde las alturas

Desde la torre Hancock en pleno centro de Chicago y a tan sólo un par de cuadras del lago Michigan y con un viento congelante que ni te imaginas...

Vi el reflejo de los chicagoans tomando un brunch en familia un soleado domingo...

El área reservada para los ejecutivos descansaba de las aburridas pláticas de negocios y pudo escuchar los llantos de los bebés de las mesas contiguas...

Las playas comenzaban a verse después de varias tormentas invernales (aunque hay que ser valiente para echarse una nadada en las gélidas aguas del lago)...

Tuve la suerte de ver la costa del puerto una vez que las nubes del día anterior se esparcieron...

Y hasta de tomarnos un café desde el piso 97...

De avión en avión

Ay, ay, ay...no he descansado, he dormido hasta el mediodía, he comido lo que se me ha antojado, he tomado vino todos los días en cantidades poco recomendables...¡Esas son mis vacaciones! Chicago, Indianapolis y Boston -acompañados de días un poco fríos pero lo suficientemente agradables como para caminar de norte a sur- han logrado que de mi mente desaparezcan niños tomando exámenes y directoras que exigen lo imposible.

Cuando tenga todas las fotos pondré alguna historia chistosa de esta semana tan primaveral.

p.d. Adding some serious miles to my AA account!

Lecturas de viajes

Ahora me ha dado por leer crónicas de viajes: chuscas, cómicas, detalladas (tipo el Lonely Planet: Mediterranean Europe que me compré para este verano), fantasiosas, etc. Vivir el mundo a través de los ojos del otro. Una cultura nueva a través de los aprendizajes vividos por el narrador...algo se me ocurrirá de crónica después de mi springbreak.

¿Una crónica de viaje de Chicago? ¿La historia de Boston? Vamos a ver qué sale...

¿Qué pasa con los niños?

Tanta tranquilidad en un salón con 17 niños entre nueve y diez años...

Así es, los estudiantes en este país (sin importar su edad) se toman con gran seriedad las pruebas. Sobre todo, las que van a marcar el curso de su vida académica.

Un ataque de ansiedad (dolor de estómago), una distracción (gente entrando para ver cómo van), una maestra que se muera por "darles una mano" (¡yo!) y un perro que ladra en la casa de al lado: Si caen en esas trampas...bye, bye test y se pone en su expediente de por vida. Cuidado, que aquí las universidades, becas y buena parte de tu futuro no perdona ni siquiera un error infantil cometido en un extremadamente largo examen de escritura.