sábado, 5 de diciembre de 2009

Un golpe de suerte

-¿Buscarme un trabajo que sea bien remunerado en esta jodida economía? No, ni pienso perder mi tiempo en estas tonterías.



Ese siempre es mi argumento. Sí, ya lo sé. La naturaleza no me dio ningún talento especial que me haga distinguirme de los demás. No soy flaca, ni tengo piernas largas, ni soy un genio de la ciencias...ni siquiera he aprendido a jugar póker. (Y eso que siempre he querido ponerme una blusa apretada y sugerente con lentes oscuros y meterme a una mesa llena de viciosos mientras ESPN televisa mi hazaña).



-¿Y si regresas a los estudios? Mira que, como dice mi madre, esa siempre es la mejor inversión.



Bueno, es que en serio la gente no ve que existe gente que simplemente la escuela no se le da. Nada contra los profes o las tareas o proyectos pero ni siquiera aprendí a leer a un nivel decente. Me tardo más de un mes en acabar una novela de 200 páginas porque tengo que detenerme en cada capítulo a ver quién narra, a quién se le afecta, por qué se me interroga...no, no, eso es mucho para mi.



-Bueno, llama a la suerte.



-¿Suerte?



-Sí, con Doña Manolita...dice la gente que ahí siempre cae algún premio...y con un golpe de suerte pues, pues, puedes dedicarte a ver la tele todo el día, comentar el partido de futbol en el bar o perder el tiempo en lo que se te de la gana.

-Ya, entiendo tu punto. Vamos a tocar un poco la suerte aunque con esa cola veo que muchos quieren comentar futbol en bares...





4 comentarios:

  1. Grazie! Anche a te! Prossimo anno: L'Italia nel estate!

    ResponderEliminar
  2. Realmente son colas interminables… con esto de las apuestas..!

    Estuve en Madrid hace días, voy a menudo pues estoy muy cerca (Oporto) y los vuelos son súper baratos, y paseando por la Gran Vía, y siguiendo con la mirada aquella cantidad de gente que esperaba en una fila que “Dª Manolita” abriera las puertas… he visto dos mendigos durmiendo, justo en la puerta de “Dª Manolita” interrumpiendo el paso de los pacientes jugadores…. Espere para ver que pasaba…. Cuando abrieron las puertas la gente se preparó, la gente se alineó (centenas) por la Gran Vía y con una indiferencia que me dejó congelado..... cada persona “pasaba” literalmente por encima de los mendigos (que dormían por debajo de un montón de cartones y mantas…. Nadie les miraba, nadie hablaba de ellos, a nadie les importaba que allí estuvieran, querían comprar su suerte, ni se daban cuenta que tenían que levantar la pierna para pasar por encima de los desgraciados….

    Esperaría esa actitud en otra ciudad del mundo, toda la gente esperaría esa actitud de mi ciudad de Caracas, México, Río de Janeiro o cualquier país de África… pero fue en Madrid…

    ResponderEliminar
  3. Un poco increíble...uno pensaría que esas creencias son un poco más de nuestros países...pero bueno, no cabe duda de dónde venimos, no? No por nada le dicen la Madre Patria.

    ResponderEliminar