lunes, 14 de diciembre de 2009

Juego navideño


Dos sábados al mes tomo cursos de capacitación de lectura y escritura bilingüe para mejorar el desarrollo del inglés y español escrito. Pues bien, en la última clase nos pidieron escribir acerca de una memoria que relacionáramos con la navidad.

Mucha gente lloró cuando recordó la suya: padres disfrazados de Santa Clos, aunsencia de comida o regalos, abrazos de mamá...en fin, mucha nostalgia.

La mia no, era simple, no requería de lágrimas y estaba bastante escondida en los recuerdos de mi infancia.


¡Ya ni me acordaba de este juego! Cada temporada navideña (digamos que todo comenzaba la primera semana de diciembre) mi hermana y yo teníamos un juego que terminaba alrededor del 6 de enero. Era fácil: contar el número de arbolitos de navidad que cada una veía de su lado del carro. Al final del recorrido contábamos todos los que habíamos ido y teníamos una ganadora. Fácil ¿no?

Este juego era parte del recorrido que hacíamos en el carro (mi mamá o papá al volante) de la casa a la escuela, supermercado, clases por la tarde y demás. Yo me sentaba del lado derecho y mi hermana, del izquiero. Y comenzaba el conteo: 1, 2, 3, 4...10.

Yo siempre ganaba y es que, aprovechando el hecho de ser dos años mayor (que no más inteligente porque Daniela es muy buena en la cuestión numérica), me sentaba del lado que daba a las casas y comercios mientras que a ella le tocaba el que daba a la playa. La vuelta a casa era casi siempre por otra ruta dentro de la ciudad.

Hace ya tanto tiempo de esto que ni me acordaba. Era casi como una tradición para nosotras. No sé, tal vez debería proponerle que ahora que esté de visita en casa lo volvamos a hacer y esta vez será más justo porque Guadalajara no es puerto. A lo mejor mi sobrinito podría comenzar una nueva con nosotras.

Y no, esta memoria no me hizo llorar sino acrecentar mis ganas de que sea domingo y volver a casa aunque sea un par de semanas :)

3 comentarios:

  1. Aunque no lo creas yo tambien jugaba el mismo juego con mi hermanita, solo que nosostros lo haciamos con perros callejeros y no era necesario que fuese navidad, eran epocas hermosas, cuando nada preocupabahttp://soria-historias.blogspot.com/2009/10/mi-nave-espacial.html

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  2. Es increíble cómo de pequeños lo más insignificante da felicidad. Y ahora nos complicamos para encontrarla. Feliz navidad!

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  3. osea que por eso siempre perdia?!!? Dios mio!

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