jueves, 4 de marzo de 2010

¿Qué pasa con los niños?

Tanta tranquilidad en un salón con 17 niños entre nueve y diez años...

Así es, los estudiantes en este país (sin importar su edad) se toman con gran seriedad las pruebas. Sobre todo, las que van a marcar el curso de su vida académica.

Un ataque de ansiedad (dolor de estómago), una distracción (gente entrando para ver cómo van), una maestra que se muera por "darles una mano" (¡yo!) y un perro que ladra en la casa de al lado: Si caen en esas trampas...bye, bye test y se pone en su expediente de por vida. Cuidado, que aquí las universidades, becas y buena parte de tu futuro no perdona ni siquiera un error infantil cometido en un extremadamente largo examen de escritura.

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