También estuve en Indianapolis (una de mis mejores amigas vive ahí), la capital del estado de Indiana -por si no te dabas cuenta con la relación del nombre entre capital y estado- y es una ciudad curiosa. Pequeña pero con su encanto (y si Jeannette lo ve seguro se lo comenta al marido, jajaja). Donde, de modo circular, se le da el paso a peatones, caminantes y ciclistas mientras los coches pasan a medio metro de distancia.
Una ciudad donde las planchas son dejadas a merced de la luz de la lumbre de la estufa (cuenta la leyenda que para que no se les olvide donde está ¿¿¿???)
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