Hay días en los que todo se amontona de una manera nada agradable. El trabajo se junta y con ello responsabilidades ajenas que igual debes cumplir. La vida tampoco se facilita y todos tus planes tienen obstáculos.
En el último mes me sentía así, como aquella casita en una azotea de Tlaquepaque...o soy yo la única responsable o de verdad que ahora se espera demasiado de mi aunque sepa que habrá mucho que no podré terminar.
Como aquella callecita en Ajijic, cuesta arriba cumplía con lo que mi vida profesional, y a veces personal, me exigía. Batallando contra la incmpetencia de varios y la negligecia de otros tantos.
Trabajé de verdad, pero, sobre todo, luché porque mi voz se escuchara y no tuve miedo a rechazar, decir no, cuestionar. Aprendía a manejar por ese caminito.
Y el cielo se abrió...hoy, muchos problemas resueltos.
Definitivamente se nota que gozas de un estatus economico muy bueno, almenos eso es lo que has dejado ver, claro!! eso no te aleja de problemas, pero tal ves seria bueno que de vez en cuando voltearas a ver alrrededor, tal vez tus problemas parecerian un dia de campo.
ResponderEliminarCuando dios nos cierra una puerta siempre abre otra, ademas es obvio eres una mujer inteligente, y solo ai, con esos dos calificativos: mujer, e inteligente, tienes sufisiente para que esos ojos tan lindos que tienes , sigan iluminando al mundo.
Fue la recompensa..!
ResponderEliminarEste blog lo escribo como mi recompensa por haber hablado, opinado y hasta criticado.
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